dilluns, 16 de maig del 2011

LA POLICIA LOCAL: SALSA ROSA, SEGÚN AGUSTÍ.

En cierta ocasión, cuando alguien cercano al alcalde quiso exponerle la problemática crónica que existía y ha existido durante su mandato en la Policía Local, éste contestó de inmediato que “no quería saber nada de salsa rosa”.

Y podemos decir que es bien cierto que así ha sido. Ni ha hecho, ni ha querido hacer, ni ha sabido, ni ha querido saber, ni ha querido saber qué se hacía.

Comenzando por cuando se le pidió por parte de todos los sindicatos representativos la dimisión de la concejal de seguridad, María Villajos y adoptó la chulesca postura que tanto lo ha caracterizado de huir hacia delante, cambiarla a personal y poner en su puesto al suplente de los suplentes.

Y decimos esto porque en propias palabras de representantes del Partido Popular, ni en sus mejores previsiones esperaban obtener los 15 concejales de 2007 y resulta que el sustituto de la Villajos iba el 16, accediendo al sillón de concejal sólo por el caso Fernández, que luego no fue caso, pero éste sería otro tema que no nos ocupa.

Si ya la Villajos triunfó como la coca-cola recordando tiempos felizmente pasados cuando comenzó a destinar forzosamente a agentes más veteranos como policía que ella como política, que ya es decir, el Arenes continuó la labor con más cambios forzosos, transformando la sección de educación vial de un servicio ejemplar a una fuente de problemas, la página web de un servicio accesible a un cadáver cibernético que lleva meses sin actualizarse y que cuesta hoy 3.000 euros anuales, es decir, 3.000 más que antes, transformando igualmente el día de la policía local de una fiesta familiar, social e insititucional a un récord repetido y consecutivo de ausencias, falta de participación e implicación generalizadaen la plantilla... bicicletas arrinconadas en el garaje meses y meses, la patochada de los segways, las patrullas virtuales de vehículos vacíos, el acceso a las instalaciones policiales mediante identificación por huella dactilar, que sigue sin funcionar 6 meses después, lo mismo con la barrera de entrada que presuntamente debería identificar las matrículas, la sala de gestión del tráfico que sigue con las megapantallas apagadas y la puerta cerrada y para culminar la presunta creación (pues ya existía), presunto desarrollo (más bien involución) y presunta muerte (aunque mantenida artificialmente) del icono estrella del partido popular en su programa de 2007: la UVEP. Ah! Y la mentira de los 150 policías a final de legislatura: Han terminado despidiendo a personal y aumentando la plantilla en 3 durante 4 años. Seguirán oyendo baile de cifras durante la campaña según quien las venda, pero claro comprobable es que eramos 108 en mayo de 2007 y somos 111 hoy. Sin olvidar los prometidos retenes de 24 horas en todos los barrios y la mentira del único creado que, como ya adelantamos aquí mismo, pese a los desmentidos, sigue siendo de 14 horas.

Entrando en detalle, del último párrafo, la sección de Educación Vial, hasta no hace mucho referente para otras muchas policías de todo el estado ha sido objeto de quejas diversas por distintos responsables de centros educativos, todo ello a resultas del cambio de efectivos en las misma que ha redundado igualmente en una participación cada vez menor del vecindario y alumnado en el día de la educación vial. Hasta tal punto de desgobierno se llegó que en una ocasión, durante una mesa general de negociación, la propia exconcejal de policía se preguntaba cómo era posible que hubieran policías cobrando la productividad de jornada partida, es decir, trabajando mañana y tarde y tuvieran tiempo de acudir a los colegios a dar clases de educación vial, cobrando otra productividad por ello. No le puso remedio la hoy teniente de alcalde de personal y mientras se despiden funcionarios y se rebajan sueldos, otros cobran su sueldo, una productividad y una segunda productividad, necesitando para ello días de más de 24 horas, pese a que el manual de productividad aprobado entre sindicatos y equipo de gobierno y suspendido unilateralmente por el alcalde, pendiente de sentencia judicial, lo prohibía expresamente.

La web de la policía local fue una de las pioneras en dicho gremio, fundada en 2003, alcanzó cotas de visitantes de decenas de miles algunos meses. A la llegada al cargo del suplente de los suplentes, paso de coste 0 a coste 3.000 y no por ello mejoró. Pasó de 512 páginas a menos de 100, su acceso en valenciano estuvo bloqueado durante meses, más de la mitad de su contenido actual es copiado o redirigido, está sin actualizar desde octubre del año pasado, pero su actual responsable sigue cobrando productividad y, adivínenlo... sí!, efectivamente, también por partida doble, tal y como prohibe el manual. Por si no tienen bastante, consulten el programa electoral del partido popular y encontrarán como propuesta la “creación de una página web de policía”. Efectivamente, pagan por su mantenimiento, pero tienen muy claro que NO existe.

Capítulo aparte merece la UVEP (Unidad de Vigilancia de Espacios públicos): En el programa electoral de 2007, el PP puso en primer plano de sus promesas en materia de seguridad la creación de esta unidad. Este tipo de servicios ya había sido abordado en anteriores legislaturas tanto de forma instrumental asignando policias de Medio Ambiente y de Barrio en los horarios más conflictivos, como de forma orgánica, creando expresamente una unidad con otro nombre pero mismo objetivo. Sin embargo se vendió como una absoluta novedad, una invención que iba a librarnos de todos los males, pues sería competente en seguridad ciudadana, consumo de alcohol y estupefacientes, control de establecimientos públicos, horarios, mesas y sillas, terrazas, molestias y conflictos en los parques públicos, vigilancia del cumplimiento de diversas ordenanzas municipales…

De inicio se crea con 6 componentes y curiosamente no se designa ningún mando que los dirija. Como de algún sitio había que sacarlos, se deja en precario la unidad de motoristas y se retrasa la mejora del turno de trabajo del grupo de Seguridad Ciudadana al quedar mermado por igual motivo. Sus condiciones laborales de horarios, festivos y complementos económicos no se negocian con los sindicatos y el acceso a la unidad se realiza sin ningún criterio objetivo. Se incurre en diversas contrariedades integrando la unidad con 4 policias interinos (sin arma) de los 6 totales, cuando la ley prevee la destinación de dichos funcionarios a labores administrativas, gestión de tráfico, evitando los destinos con mayor susceptibilidad de derivar en conflictos, tal y como prueba el procentaje considerable en su estadística de incautaciones de drogas y detenciones por diversos motivos.

Esto no es problema para que se niegue repetidamente el acceso a la UVEP de varios policías de carrera (con arma) y con mayor experiencia que los designados inicialmente, incluso después de que el propio Síndic de Greuges de la Comunitat Valenciana se pronunciara contra estos criterios.

Curiosamente los 2 agentes fijos con que contaba la unidad ascendieron a oficial a las primeras de cambio, con lo que se resolvió el primero de los problemas, pero, con el tiempo y a base de despidos, devolución de comisionados a sus pueblos, interinos que no consolidan y la inestabilidad permantente en que se halla instalada la plantilla los últimos años, la unidad ha quedado reducida a 2 componentes.

Lo mejor del caso es que se trata de 2 oficiales, es decir, 2 mandos sin nadie a quien mandar, viene uno las semanas pares y el otro las impares. Esto supera lo del chiste aquel que habían 7 jefes y un currito… aquí no queda ni el currito.

Para rematar la actual configuración y modus operandi de la maravillosa UVEP, resulta que a los 2 mandos sin nadie a quien mandar les hacen ahora entrar de servicio en el Ayuntamiento. Como no disponen de vehículo tienen 2 opciones, pasear hasta el parque de Alborgí o llamar a un patrulla que les haga de taxi. Una vez allí disponen de un furgón que permanece estacionado y enrejado las 24 horas allí no sabemos si para que parezca que hay policía cerca o porque está castigado por hacer algo malo, es decir, del tipo de vehículo (un furgón) más indicado para patrullar por parques y zonas peatonales. Si a ello añadimos que en muchas ocasiones han de hacerse cargo de la jefatura de servicio por falta de oficiales o completar alguna otra unidad en precario, igual alguien todavía se empeña en decir que la UVEP existe.

Como absoluto desconocedor de la situación de la Policía Local de Paterna, pero asíduo lector de este blog, ya que en 4 años no ha encontrado tiempo para recibir al 95% de la plantilla, ni a nivel individual, ni sectorial, ni sindical, porque el otro 5% lo ha acaparado todo, le informamos que afortunadamente los problemas de esta plantilla nada tienen que ver con la Esteban, la Patiño o el Jorge Javier, los problemas de los policías tienen que ver con sus condiciones laborales, su ninguneo con los sindicatos, sus asignaciones a dedo, sus premios y sus castigos, su falta de previsión, su pésimo asesoramiento si es que en algún momento ha podido llamarse así, su absoluta dejación por un servicio que entra en las prioridades de los vecinos de paterna según sus propias encuestas, su aprobación de la improvisación y el desorden frente a la planificación y la eficacia, su parcialidad en el trato a los trabajadores, su desprecio por los grandes profesionales con los que nunca ha contado y, en definitiva su incalificable falta de visión al dejarse guiar por 4 incompetentes, de los cuales hoy en día tiene vd. la misma opinión que los que le y les hemos padecido estos 4 años. Cuando ha querido, ha podido o le han dejado abrir los ojos ha sido tan tarde que solo puede ver un solar yermo, inerte y arruinado.